ENTRE LA SERRA Y EL PLA

SITUACIÓN

El pueblo de Quatretonda pertenece en la comarca de la Vall d’Albaida (Valencia), situándose entre tres comarcas: la Vall, la Safor y la Costera.

Presenta un terreno relativamente llano de tierras de secano en un término alargado en rectángulo de NE. a SO. y altitudes que van desde los 673 metros del alt de l’Hedra, norte, hasta los escasos 145 metros en la confluencia de los barrancos de Torrella y Pilarets. Delimita con Barxeta, Simat y Barx (N), Pinet y Llutxent (E), La Pobla del Duc (S) y Benigánim (O).

Su orografía presenta un doble vertiente: la serra y su riqueza natural y el pla donde se concentran las tierras de cultivo. La vila de Quatretonda se sitúa entre el barranco de las Fontetes por un lado y la Séquia, donde se encontraba la poassa, de la otra. El casco urbano se desarrolló sobre un pequeño tozal, en el centro del cual y, donde se hace el ensanche producido por el cruce de los caminos se encuentra la plaza principal, centro político y económico de la población, puesto que concentra la iglesia parroquial dedicada a los Sants Joans, enfrente misma la antigua Casa de la Vila y, encontramos también, algunas casas señoriales del siglo XVI.

Actualmente, el municipio cuenta con unos 2.400 habitantes.

Situación Quatretonda

HISTORIA

Ya durante la edad del Bronce (14.000 años a.C.) debió de estar habitado el que hoy en día es el término de Quatretonda, según los restos de poblados encontrados en las partidas de los Castellarets y de la Fuente de Mahiques. En la partida de Nules se ha encontrado cerámica ibérica. Aparecen también, en la partida de la Coma, tejas sueltas y cerámica, así como silos y entierros en la de Simona. Al desaparecido poblado de Rosament (situado a la cercanía, en dirección al Pla de Pastor y dónde hoy en día resta la ermita de Sant Martí) abunda superficialmente cerámica sigilada (romana) y algunas monedas también romanas de época tardía. Otros hallazgos que podrían dar luz al tema de los primeros pobladores serían los entierros tubulares encontrados a la partida de la Albarder o una piedra agujereada cómo si fuera un colgante en el camino de la Nevera.

La población romana se cree que ejercería poca influencia sobre el término del actual Quatretonda (en los siglos Y-VI), no obstante, el topónimo Quatretonda, con toda su controversia, hay sospechas y posibilidades que sea de origen romano. Seguramente seguiría con menos importancia todavía la población visigoda (en los siglos VI-VII), debido a su escasez en número y a su limitación en una clase social dominante y militar, todo y su presencia constatada en la próxima vecina Xàtiva.

Quien sí que ejerció una fuerte presión e influencia en la población de Quatretonda, como todo el País Valencià, fue la población morisca formada por norafricanos, judíos y árabes, que se asentaron preferentemente en las zonas rurales y agrícolas durante nuevo siglos (del VIII a principios del XVII). En el actual término de Quatretonda lo harían en la alquería de Quart-Tonda y en la de Vinuvaira, quizás también al poblado de Rosament y a otros lugares. Al actual término de la vecina Llutxent se encontraban las alquerías, que perduran toponímicamente, de Benicia, de Benitxellví, de Xetà, del Rafal, del Osset, de la Cometa… Estas, como las de Quatretonda también, dependían del castillo, o mejor dicho, albacar de Xiu.

La repoblación de cristianos viejos que a partir de la Conquesta provenían sobre todo de Cataluña y Aragón y seguramente también de Navarra y de Castilla, aunque en menor medida, a penas afectaría al núcleo de Quatretonda y su término. Al Llibre del Repartiment aparece por primera vez el nombre de una alquería árabe llamada Quart-Tonda, junto con otra alquería llamada Vinuvaira, que se encontraría en la actual partida del Benovaire de Quatretonda y en la cual restaba el llamado “pouet del Benovaire” hasta que fue destruido allá por los años 80; ambas alquerías fueron conquistadas por Jaume I durante la grande revuelta islámica de 1247-1248, cuando este se encontraba asediando el castell de Xiu, en Llutxent, y el de Xàtiva. Todas las alquerías dependientes del castell de Xiu fueron tomadas y, como todo el territorio del nou Regne, respetadas las vidas de los habitantes con excepción de la posesión de las tierras, las cuales pasaron el 7 de mayo de 1255 a manos de Pere Fernández de Hijar, hijo natural del rey, así como el enclave de Llutxent que se repobló con 24 cristianos del propio ejército. Así, sólo se establecerá población cristiana en las villas de Llutxent y Quatretonda, mientras que el resto de alquerías mantienen la población islámica autóctona.

El 1276, en plena revuelta de Al -Azraq, la población de Llutxent es arrasada. El rey Jaume I, viejo y moribundo, envía tropas, pero estas son derrotadas. Ya en el año nuevo, el 1277, el novel rey Pere II el Gran, da los territorios al noble italiano Joan de Pròxita, convirtiendo así el Senyoriu en Baronia de Llutxent (a la cual se añadieron Quatretonda, Pinet y Benicolet), la cual es vendida el 1349 por su sucesor, Pere III el Ceremonioso, a Olf de Pròxita por 2.000 sueldos valencianos. Las casas de Quatretonda fueron habitándose por cristianos repobladores mientras que a los moriscos se los arrinconó en el antiguo poblado de Rosament.

El 1509 la Baronía es adquirida por la familia de Pere Maza de Lizana, de origen aragonés, el cual dio tierras a la orden Dominica de Predicadors para construir el monasterio del Corpus Christi en Llutxent, primera universidad valenciana. Uno de los priores del monasterio es quien insta al Papa Climent VII a crear una Vicaria en Quatretonda, servida por los miembros de la comunidad. Parece que en Quatretonda tenían tierras y, al menos, dos casas a juzgar por los escudos que existían en las fachadas de dos de las casas más antiguas del pueblo, de los cuales hoy en día queda un visible y el otro desapareció con las obras de la respectiva casa en 90 y no se sabe nada de él. Estos detalles hacen pensar que encaja el hecho que en esta época (segunda mitad del s. XVI) fuera virrei de Felip II en Valencia el Patriarca San Juan de Ribera, realizador en la práctica del espíritu de la Contrarreforma e impulsor de la reorganización parroquial del Reino. De aquí que coincidan el momento de la segregación de Quatretonda de la administración de Llutxent con el de la erección como Vila y Parroquia, y también con el comienzo de la construcción de la iglesia. Además, el escudo propio del Patriarca Ribera aparece repetidas veces en la casa de la Torreta, situada a pocos kilómetros del pueblo en dirección a Xàtiva, la cual es una especie de heredado o masía que domina una extensión de terreno.

A finales del siglo XVI, cuando se concede el Real Privilegio, el 1587 según el libro del Privilegio Real de la Villa de Quatretonda, Quatretonda contaba con 150 casas (fuegos u hogares, no habitantes) de cristianos, mientras que los moriscos habitaban a Rosament, probablemente en número similar o mayor al de cristianos. Finalmente, el 1609, los moriscos son expulsados.

Así, cómo hemos visto, en la edad del Bronce ya estaban pobladas las tierras de Quatretonda y al s.XIII aparece en el Llibre de Repartiment.

Empezando por la Fábrica y el Salón Moderno (teatro después reconvertido en cine), ambos de principios del s. XX, la casa del Canonge del s. XVI, la traza urbana de origen medieval formada por la calle de Sant Vicent, las plazas y los alrededores, la iglesia dels Sants Joans del s. XVI en estilo barroco y con elementos del gótico y también renacentistas, con pinturas del XVII, XVIII, XIX Y XX, el campanario del s. XVII también en estilo barroco y con elementos del gótico y renacentistas, la Casa de la Vila o “Ca la Vila” del s. XVII con un balcón del XVIII, casas del s. XVI con fachadas renacentistas y escudos en la plaza dels Sants Joans, casa del carrer del Mig datada la más antigua del pueblo (1591), casas del carrer Nou o del Santíssim Crist de la Fe entre las cuales destacan la casa natal del poeta Estanislau Alberola, en estilo modernista, una con la fecha 1703 y un reloj de sol, entre otros, la almazara tradicional del carrer de Sant Josep en funcionamiento desde hace más de 125 años, la ermita barroca de Sant Josep del s. XVII y los calvarios de Dalt y de Baix, el paraje de la Font Vella con el antiguo lavador y la cava con una inscripción del s. XVII, casas de campo como la del Molí, la Torreta, l’Heretat de Pere, la Casa de la Bastida… por no hablar de todo el patrimonio natural y también cultural, ligado al primero, que tenemos, etc.

Hay que destacar su patrimonio natural, especialmente la Serra de Quatretonda, Paraje Natural Municipal, e inmaterial, entre él las danzas populares.